Bichos buenos y malos
Cualquier organismo que se alimenta de otro es conocido como su enemigo natural. Los insectos que son enemigos naturales de plagas se llaman insectos benéficos. Otros artrópodos tales como arañas y algunos ácaros también son
benéficos.
Existen dos principales tipos de artrópodos benéficos, los depredadores y los parasitoides. Los depredadores, como por ejemplo las mariquitas y arañas, atacan a
diversos tipos de insectos y consumen diversas presas en el transcurso de su ciclo de vida. Los parasitoides son moscas o avispas
que depositan sus huevecillos sobre o dentro de otros artrópodos; a éstos se
les llama parásitos. El huevecillo revienta y el parasitoide inmaduro se
alimenta de su víctima, llamado huesped, y eventualmente lo mata.
Los insectos también sufren de enfermedades. Estas enfermedades, conocidas
como entomopatógenos, son microorganismos
que atacan a los insectos e incluyen bacterias, hongos, virus y nemátodos. Con
pocas excepciones, las enfermedades que atacan a los artrópodos no causan daño
a otros animales tales como mamíferos y pájaros. A veces se utilizan insectos y
patógenos de plantas para controlar malezas.
El control biológico es un enfoque usado para reducir las poblaciones de insectos dañinos con
enemigos naturales. A organismos introducidos de otras partes del mundo se les
conoce como exóticos comparado con los
organismos nativos o propios del lugar. Plagas pueden ser introducidas a Estados Unidos de
América y establecerse sin enemigos naturales que las mantenga bajo control. El
control biológico de organismos exóticos involucra encontrar a los enemigos
naturales de la plaga e introducirlos al área en donde la plaga exótica ya se
haya establecido. Todos los enemigos naturales exóticos deben ser estudiados
cuidadosamente antes de su liberación para que no causen un impacto negativo
ambiental o económico.
La efectividad tanto de enemigos naturales nativos como introducidos puede
ser mejorada a través de la propagación masiva de insectos benéficos para su
posterior liberación o por la modificación del ambiente para
favorecer a depredadores y parasitoides . Muchos insectos
benéficos pueden adquirirse en empresas de crianza comerciales para luego ser
liberados masivamente. Las mariquitas así como crisopas son ejemplos de algunos
depredadores que pueden ser comprados en las empresas de crianza y que ayudan a
controlar áfidos, mosca blanca así como otras plagas. Los parasitoides de mosca
blanca, huevos de orugas así como otras plagas se pueden también comprar para
liberación posterior en granjas, invernaderos o jardines y huertos.
Adicionalmente, algunos entomopatógenos están disponibles comercialmente en
formulaciones y se pueden aplicar como pesticidas. El ejemplo más común es Bacillus thuringiensis (Bt), una bacteria disponible en diversas
variedades las cuales producen compuestos tóxicos para ciertos grupos de
insectos.
La conservación usualmente involucra el establecimiento de plantas que
provean una fuente alternativa de alimento, tal como el néctar y el polen el
cual es utilizado por los insectos benéficos; la conservación también implica
el uso selectivo de insectidas para que no dañen a especies benéficas. Muchos
insectos benéficos se alimentan del polen de plantas tales como cilantro, anís
y trigo sarraceno. Puede ser posible aumentar el número de insectos benéficos
al incluir estas plantas en los jardines o los cultivos.
Algunos insectos buenos (benéficos)
Hay muchos insectos benéficos pero solamente hay algunos que son enemigos
naturales de plagas. Los enemigos naturales más comunes de encontrar son:
mariquitas , crisopas, antocóridos (Orius), ligaéidos, sírfidos,
avispas de agallas, hormigas, avispas parasíticas, moscas parasíticas y ácaros
depredadores. La importancia relativa varía de acuerdo con cada insecto plaga,
el hábitat y la estación o época del año.
Mariquitas
Los adultos de las mariquitas son
uno de los insectos fácilmente reconocibles, sobre todo cuando son los
escarabajos típicos—naranja con manchas negras. Muchas personas no se percatan
de que estos insectos tienen diversos colores incluyendo el rojo, café o el
negro y que usualmente carecen de manchas (puntos) negros. La forma hemisférica
de los adultos es un carácter importante así como el comportamiento de búsqueda
frenética—siempre están en busca de qué comer—ayuda a identificar a las
mariquitas. Las larvas son más difíciles de reconocer, y muchos jardineros las
matan en su etapa benéfica de inmadurez ya que las desconocen y no saben
identificar esta etapa en el insecto. Las larvas son generalmente elongadas,
aplanadas y usualmente negruzcas o azuladas con manchas/puntos anaranjados.
Las mariquitas se alimentan de
numerosos insectos pequeños y atacan cualquier estadío de presa que sea lo
suficiente pequeño. Se encuentran más frecuentemente entre colonias de áfidos
pero también pueden consumir ácaros, escamas, cochinillas, moscas blancas,
pequeñas orugas y pequeñas larvas de escarabajos así como cualquier tipo de
huevecillo de insectos.
Crisopas
Tanto las crisopas verdes como las cafés y los bellos adultos con alas que parecen
encaje son fácilmente reconocibles. Al igual que las mariquitas, las crisopas usualmente
se encuentran asociadas con colonias de áfidos. Sin embargo, en contraste con
las mariquitas, los adultos muchas veces no se alimentan de insectos, siendo solamente la larva, la que es el estadío benéfico. Las
grandes piezas bucales en forma de guadaña, que son aparentes cuando estan en
estado larvario, son muy eficientes para adherirse a su presa y drenarle
fluídos corporales. Los huevecillos de las crisopas son depositados en largos
tallos y distribuidos en grupos. Las crisopas se alimentan de huevecillos de
insectos, escamas, cochinillas, acáros así como de áfidos.
Los sírfidos son insectos de color amarillo y negro que se parecen a abejas
mielíferas. Como el nombre en inglés sugiere, usualmente se encuentran
sobrevolando cerca o alimentándose de flores. Sin embargo las larvas son
voraces depredadores y son especialmente atraídas a áfidos . Las larvas tienen
apariencia de gusano con un cuerpo grueso que se estrecha a una cabeza
puntiaguda. Pueden ser amarillentas, rojizas o verduzcas.
Mosquita depredadora/cecidomíido
Las larvas de las mosquitas depredadores se parecen a los sírfidos y
usualmente pasan por alto porque son muy pequeñas. Muchas personas, si observan
las larvas, piensan que son sírfidos muy jóvenes. Comúnmente se encuentran
entre las colonias de áfidos pero también se alimentan de moscas blancas,
escamas, trips y ácaros. Sin embargo los adultos son completamente diferentes.
El adulto de las mosquitas, que casi nunca se observa porque es activo sólo en
la noche, es pequeño, pálido y tiene patas delgadas y largas; no se puede
confundir con un sírfido adulto!
Antocóridos
Estos insectos muy pequeños son fácilmente pasados por alto pero su
importancia como insecto benéfico no puede ser sobrestimada. Al igual que los
geocóridos se alimentan vorazmente utilizando su aparato bucal punzante
chupador para drenar fluidos de insectos como psocidos, saltahojas, áfidos,
thrips y ácaros. Los adultos son blanco plateado y negro. Ocurren por todos
lados incluyendo entre cultivos.
Antocórido adulto.
Hormigas
Muchas personas usualmente se sorprenden de saber que algunas hormigas son
depredadores importantes. Aún las hormigas coloradas o también llamadas
hormigas bravas pueden ser útiles para reducir el número de insectos plaga.
Agricultores que tienen problemas con hormigas coloradas muy raras veces tienen
también problemas con orugas o cualquier otro insecto plaga de cuerpo blando!
Las hormigas sin embargo no son del todo benéficas, y además de su tendencia de
morder o picar, las hormigas también protegen de depredadores y parasitismo a
insectos que producen excreciones azucaradas tales como escamas y áfidos. Así
que las hormigas son una bendición a medias dependiendo de qué tipo de planta o
plaga están presentes.
Hormiga colorada importada, una especie de
hormiga depredadora común.
Avispas parasíticas
La mayoría de avispas parasíticas son pequeñas e inconspicuas, sin embargo
ellas parasitan a huevecillos de insectos que son aún más pequeños, casi
microscópicos en tamaño. Por lo tanto, agricultores y jardineros por lo regular
ignoran el hecho que parasitoides están ayudando a controlar sus plagas.
Algunas veces estas avispas pueden ser vistas caminando rápidamente sobre la
superficie de la hoja de una planta golpeando sus antenas en busca del
"olor" de un hospedero. Las avispas parasíticas depositan sus huevecillos
en el insecto huesped, usualmente en el huesped que se encuentra en estado de
huevo o de larva. El parásito joven se desarrolla dentro o en el huesped eventualmente matándolo. La evidencia más
común de parasitismo es usualmente una oruga moribunda de la cual están
saliendo larvas de parasitoide, o una oruga muerta en la cual el cuelga un
cocón. Las avispas parasíticas son importantes enemigos naturales de orugas,
gusanos, mosca blanca y áfidos.
Una avispa parasítica depositando su
huevecillos dentro de una oruga.
Moscas parasíticas
Varios tipos de moscas parasíticas atacan a plagas. Muchas depositan sus
huevos en la superficie de la plaga; cuando la larva emerge ésta cava dentro de
la plaga y eventualmente la mata. Otras depositan sus larvas dentro del huesped,
con el mismo resultado. Sin embargo, las moscas parasíticas carecen de una
estructura larga para depositar huevos que es común en muchas avispas.
Adulto de una mosca parasítica.
Acaros depredadores
A pesar de que algunos ácaros son conocidos como plagas serias de plantas, muchos
ácaros son benéficos. Dentro de los ácaros benéficos, los fitoseídos son
especialmente importantes debido a que son depredadores de ácaros que se
alimentan de plantas, así como de otros organismos tales como trips o
huevecillos de insectos. Los ácaros depredadores tienden a ser más grandes que
otros ácaros, tener patas más alargadas y se mueven más activamente en busca de
una presa.
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