martes, 21 de octubre de 2014

Insectos como mascotas

Cuando pensamos en adquirir una mascota siempre pensamos en perros, gatos, loros…. incluso en aquellas mascotas exóticas que están tan de moda como serpientes, iguanas, tortugas, ranas….Sin embargo exististe una serie de mascotas que pueden llegar a sorprenderte y que no requieren especiales cuidados ni mantenimiento costoso, los insectos, existen gran variedad de ellos que pueden criarse en cautividad, entre los cuales los más frecuentes suelen ser: los gusanos de seda, las hormigas, e insectos palo.

Debemos ser conscientes de que los insectos son mascotas que no tendrán la posibilidad de reconocer nuestros sentimientos ni serán capaces de demostrarnos cariño. Pero son animales de los que podemos aprender mucho observándolos desde que eclosionan los huevos, mientras crecen y cambian de aspecto, hasta que cumplen su ciclo vital, ponen los huevos y mueren. Se pueden comprar en alguna tienda especializada y resulta también muy fácil su adquisición a través de internet.
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 cuidando bichos

Los insectos como alimento

¿Qué es la entomofagia?
La entomofagia es el consumo de insectos por los seres humanos. La entomofagia se practica en muchos países de todo el mundo, pero principalmente en regiones de Asia, África y América Latina. La ingesta de insectos complementa la dieta de aproximadamente 2.000 millones de personas, y se trata de un hábito que siempre ha estado presente en la conducta alimentaria de los seres humanos. Sin embargo, hasta  hace poco la entomofagia no había captado la atención de los  medios de comunicación, las instituciones de investigación, los chefs  y otros miembros de la industria alimentaria, los legisladores y demás organismos que se ocupan de la alimentación humana y animal. 

¿Por qué insectos?
El uso de insectos como alimento y para la fabricación de piensos comporta un buen número de beneficios de carácter ambiental, sanitario y para los medios social y de vida. Por ejemplo:

Ventajas ambientales
•Los insectos son muy eficientes en la conversión de alimentos por ser especies de sangre fría. Las tasas de conversión alimento-carne (la cantidad de alimento que se necesita para producir un incremento de 1 kg en el peso) pueden oscilar ampliamente en función de la clase de animal y las prácticas de producción utilizadas pero, en cualquier caso, los insectos son extremadamente eficientes. Por término medio los insectos pueden convertir 2 kg de alimento en 1 kg de masa de insecto, mientras que el ganado requiere 8 kg de alimento para producir 1 kg aumento de peso corporal.
•Los gases de efecto invernadero producidos por la mayoría de los insectos son probablemente inferiores a los del ganado convencional. Los cerdos, por ejemplo, producen entre 10 y 100 veces más gases de efecto invernadero por kilogramo de peso.
•Los insectos pueden alimentarse de residuos biológicos como residuos alimentarios o de origen humano, abono y estiércol, y pueden transformar estos residuos en proteínas de alta calidad, que a su vez pueden utilizarse como piensos.
•Los insectos utilizan mucha menos agua que el ganado tradicional. Los gusanos de la harina, por ejemplo, son más resistentes a las sequías que el ganado.
•La cría de insectos depende menos de la tierra que la actividad ganadera convencional.

Beneficios para la salud
El contenido nutricional de los insectos depende de su etapa de vida (etapa metamórfica), su hábitat y su dieta. No obstante, se acepta ampliamente que:
• Los insectos proporcionan proteínas y nutrientes de alta calidad en comparación con la carne y el pescado. Los insectos son especialmente importantes como complemento alimenticio para los niños desnutridos porque la mayor parte de las especies de insectos contienen niveles elevados de ácidos grasos (comparables con el pescado). También son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y cinc.
• Los insectos plantean un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas (enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos) como la H1N1 (gripe aviar) y la EEB (enfermedad de las vacas locas).

Beneficios para el medio social y los medios de vida
• La cría y la recolección de insectos pueden ofrecer importantes estrategias de diversificación de los medios de vida. Los insectos pueden recogerse directamente del medio de manera sencilla. Apenas se necesitan medios técnicos o inversiones importantes para adquirir equipos básicos de cría y recolección.
•Los miembros más pobres de la sociedad, como las mujeres y las personas sin tierra de las zonas urbanas y rurales pueden encargarse de recoger los insectos directamente del medio, de cultivarlos, procesarlos y venderlos. Estas actividades pueden comportar una mejora directa de la dieta y aportar unos ingresos derivados de la venta del exceso de producción como alimentos de venta callejera.
•La recolección y la cría de insectos pueden generar oportunidades empresariales en las economías desarrolladas, en fase de transición y en desarrollo.

• Los insectos pueden procesarse para servir como alimento humano y animal con relativa facilidad. Algunas especies pueden consumirse enteras. Los insectos también pueden convertirse en pasta o molerse para hacer harina, y también pueden extraerse sus proteínas.

lunes, 20 de octubre de 2014

¿Qué obtenemos nosotros de los artrópodos?

Artrópodos útiles por sus productos:

- El cuerpo de algunos artrópodos constituye alimento de peces, aves y mamíferos que nosotros aprovechamos como, comida, ornamento, pieles, etc.
- Como alimento humano, caso de numerosos crustáceos y también insectos de muchos órdenes:
- La quitina. Presenta problemas de digestibilidad y de asimilación para los animales monogástricos, pero la quitina, y alguno de sus derivados, en especial el quitosán, tienen propiedades cada vez más apreciadas en Medicina, Industria y Agricultura.
- El cuerpo se utiliza para cebo de pesca: las "moscas" (frigáneas, efímeras,etc.).
Productos útiles derivados de la actividad de los insectos:
·         La sedaBombyx mori, originaria de La China. La oruga, que se alimenta casi exclusivamente de hojas de morera, en la última etapa larvaria teje un capullo con filamentos de seda que sirve para protegerse en su estado de pupa; el imago emerge rompiendo el capullo. Para que tenga valor comercial hay que evitar que salga el adulto, matando previamente la pupa. El comercio de la seda ha sido y es una buena fuente de riqueza.
·         La cera, producida por las glándulas abdominales de la abeja Apis mellifera.
·         La miel, igualmente procedente de las abejas, principal forma de endulzar los alimentos durante siglos.
·         Los productos de las abejas se utilizan desde hace miles de años (datos desde el Paleolítico). Es el único invertebrado que se contempla en las legislaciones de todos los países, incluso en el Derecho Romano.
·         Pólenes de las abejas. Se trata del polen de diversas flores conservado incorrupto gracias a las secreciones de glándulas cefálicas.
·         Jalea real, el alimento que las abejas emplean para, casi literalmente, fabricar a sus reinas.
·         El rojo carmín, se extrae de las hembras adultas de Dactylopius coccus (Hom.Coccoidea) que crecen sobre Opuntia coccinellifera.
·         La laca, la goma laca, la laca granular y la laca colorete, obtenida de Laccifer lacca.
·         Taninos, curtido de pieles y tintes y tintas permanentes.


Artrópodos útiles por su actividad general:

Formación del suelo:
·         aireación y circulación del agua del suelo.
·         formación activa del humus del suelo.
·         coprófagos ej. Scarabeidae (Col.).
·         necrófagos ej. Col.: Silfídos: Nectophorus, Silpha, etc.
·         polinización (66 % de fanerógamas son entomófagas).
·         fitófagos que se alimentan de malas yerbas ej. Chrysolina y Agrilus.
·         predadoras o parásitos de animales nocivos para el hombre.

Interés científico:
·                          para investigación (Drosophila en genética).
·                          Estudios de poblaciones en ecología.
·                          Animales bioindicadores
·                          La fauna también sirve para indicar las vicisitudes de la tierra.
Utilidad médica:
·                          Venenos de avispas y de abejas.
·                          Cantaridina, Lytta vesicatoria.
·                          Uso de larvas de moscas porque producen sustancias antibióticas.
·                          Seda en cirugía.
·                          Cabezas de hormigas.
Valor estético:  ornamental, modelos en pintura, inspiración musical y literaria o coleccionismo.
Valor jurídico (entomología forense):
·                          urbana
·                          de productos almacenados                     

Los insectos en la cadena trófica


Por lo general, mucha gente considera a los insectos como perjudiciales, ya sea como plagas o simplemente como repugnantes criaturas que hay que evitar o, peor aún, aplastar sin piedad. Pero la verdad es que los insectos juegan un papel vital en la cadena trófica y en el ecosistema global del planeta que sin ellos la vida tal como la conocemos dejaría de existir.
Los insectos son en gran parte responsables de la descomposición de material orgánica como restos de plantas, animales y humanos, la eliminación de residuos animales, la aireación del suelo y, por supuesto, de una tarea muy importante, la polinización de las plantas.Son una fuente de alimento esencial para muchas aves, peces, reptiles y anfibios, mientras que en algunas partes del mundo también constituyen una parte importante de la dieta humana.
Existen más de un millón de especies de insectos que ya han sido identificados en todo el mundo y se estima que al menos un número igual, pero posiblemente hasta tres a cuatro millones, aún permanecen sin identificar. A pesar de que los insectos son una de las formas de vida más abundante en la tierra y siendo el número de especies de insectos superior a la de todas las otras especies combinadas, el uso de insecticidas, la proliferación de la vegetación invasora y la invasión de su hábitat natural etc, están perjudicando a las poblaciones de insectos y como consecuencia se están alarmantemente reduciendo. Un número incalculable de especies se han visto perjudicados por la violación egoísta del hombre de los bosques tropicales, humedales y sabanas.Muchas especies, algunas posiblemente ni siquiera habían sido identificados se encuentran amenazadas o posiblemente extinguidas ya, mientras que otros se mueven de sus áreas de distribución normal con el fin de sobrevivir. El control de insectos en el pasado también ha sido muy irresponsable con el uso indiscriminado de insecticidas no específicos que mataban no sólo a las plagas, sino también todos sus depredadores naturales y otras especies valiosas e inofensivas.


La importancia de los insectos en la cadena trofica:


Los insectos son sumamente importantes, en primer lugar, por su número: son los animales más abundantes del planeta. Además, afectan a las personas y al resto de los seres vivos del planeta. Causan tanto beneficios como perjuicios, pero son indispensables para la salud del planeta. Los insectos se encuentran prácticamente en la base de la cadena trófica o alimenticia.

La cadena alimenticia es el proceso que hace que un animal sea depredador para unos animales pero que a la vez sea presa para ciertos otros animales y así sucesivamente. Por ejemplo, el pulgón es comido por la mariquita que a su vez es comida por la araña que es alimento de un pájaro que es la presa de un zorro que es... en definitiva, así sucesivamente. Es la ley de que el más fuerte se alimenta del débil.

El animal herbívoro come vegetales, como la hierba, la corteza de los árboles, las hojas,... Las plantas son pues la base de la cadena alimentaria para los herbívoros. Para los carnívoros, la base de esta cadena son los insectos y otros animales más pequeños. Los animales más grandes  no están excluidos de esta cadena, ya que ellos les sirven a un grupo de depredadores más pequeños que se alimentan a través de ellos.


Todo es reutilizado en la naturaleza y los animales y vegetales acaban siempre por ser la comida de otra especie animal. El elefante no tiene depredadores naturales, pero cuando muere, los buitres de alimentan de sus restos. Los restos demasiado pequeños para alimentar a un animal será la presa de las moscas y otros pequeños insectos.

Por tanto, todos los animales serán el alimento de otras especies y todos tienen un papel fundamental en la cadena alimenticia. Quitar una especie tendrá repercusiones sobre el resto de la cadena. Por ejemplo, el plancton marino, que es de un tamaño minúsculo, sirve de alimento para las ballenas. Éstas deben comer cantidades enormes de plancton para alimentarse. Si elimináramos el plancton de la cadena, las ballenas desaparecerían porque no podrían alimentarse.

Insectos en el control de plagas.

Bichos buenos y malos

Cualquier organismo que se alimenta de otro es conocido como su enemigo natural. Los insectos que son enemigos naturales de plagas se llaman insectos benéficos. Otros artrópodos tales como arañas y algunos ácaros también son benéficos.
Existen dos principales tipos de artrópodos benéficos, los depredadores y los parasitoides. Los depredadores, como por ejemplo las mariquitas y arañas, atacan a diversos tipos de insectos y consumen diversas presas en el transcurso de su ciclo de vida. Los parasitoides son moscas o avispas que depositan sus huevecillos sobre o dentro de otros artrópodos; a éstos se les llama parásitos. El huevecillo revienta y el parasitoide inmaduro se alimenta de su víctima, llamado huesped, y eventualmente lo mata.
Los insectos también sufren de enfermedades. Estas enfermedades, conocidas como entomopatógenos, son microorganismos que atacan a los insectos e incluyen bacterias, hongos, virus y nemátodos. Con pocas excepciones, las enfermedades que atacan a los artrópodos no causan daño a otros animales tales como mamíferos y pájaros. A veces se utilizan insectos y patógenos de plantas para controlar malezas.


Control biológico de plagas

El control biológico es un enfoque usado para reducir las poblaciones de insectos dañinos con enemigos naturales. A organismos introducidos de otras partes del mundo se les conoce como exóticos comparado con los organismos nativos o propios del lugar. Plagas pueden ser introducidas a Estados Unidos de América y establecerse sin enemigos naturales que las mantenga bajo control. El control biológico de organismos exóticos involucra encontrar a los enemigos naturales de la plaga e introducirlos al área en donde la plaga exótica ya se haya establecido. Todos los enemigos naturales exóticos deben ser estudiados cuidadosamente antes de su liberación para que no causen un impacto negativo ambiental o económico.
La efectividad tanto de enemigos naturales nativos como introducidos puede ser mejorada a través de la propagación masiva de insectos benéficos para su posterior liberación  o por la modificación del ambiente para favorecer a depredadores y parasitoides . Muchos insectos benéficos pueden adquirirse en empresas de crianza comerciales para luego ser liberados masivamente. Las mariquitas así como crisopas son ejemplos de algunos depredadores que pueden ser comprados en las empresas de crianza y que ayudan a controlar áfidos, mosca blanca así como otras plagas. Los parasitoides de mosca blanca, huevos de orugas así como otras plagas se pueden también comprar para liberación posterior en granjas, invernaderos o jardines y huertos. Adicionalmente, algunos entomopatógenos están disponibles comercialmente en formulaciones y se pueden aplicar como pesticidas. El ejemplo más común es Bacillus thuringiensis (Bt), una bacteria disponible en diversas variedades las cuales producen compuestos tóxicos para ciertos grupos de insectos.
La conservación usualmente involucra el establecimiento de plantas que provean una fuente alternativa de alimento, tal como el néctar y el polen el cual es utilizado por los insectos benéficos; la conservación también implica el uso selectivo de insectidas para que no dañen a especies benéficas. Muchos insectos benéficos se alimentan del polen de plantas tales como cilantro, anís y trigo sarraceno. Puede ser posible aumentar el número de insectos benéficos al incluir estas plantas en los jardines o los cultivos.


Algunos insectos buenos (benéficos)

Hay muchos insectos benéficos pero solamente hay algunos que son enemigos naturales de plagas. Los enemigos naturales más comunes de encontrar son: mariquitas , crisopas, antocóridos (Orius), ligaéidos, sírfidos, avispas de agallas, hormigas, avispas parasíticas, moscas parasíticas y ácaros depredadores. La importancia relativa varía de acuerdo con cada insecto plaga, el hábitat y la estación o época del año.

Mariquitas
Los adultos de las mariquitas  son uno de los insectos fácilmente reconocibles, sobre todo cuando son los escarabajos típicos—naranja con manchas negras. Muchas personas no se percatan de que estos insectos tienen diversos colores incluyendo el rojo, café o el negro y que usualmente carecen de manchas (puntos) negros. La forma hemisférica de los adultos es un carácter importante así como el comportamiento de búsqueda frenética—siempre están en busca de qué comer—ayuda a identificar a las mariquitas. Las larvas son más difíciles de reconocer, y muchos jardineros las matan en su etapa benéfica de inmadurez ya que las desconocen y no saben identificar esta etapa en el insecto. Las larvas son generalmente elongadas, aplanadas y usualmente negruzcas o azuladas con manchas/puntos anaranjados.
 Las mariquitas se alimentan de numerosos insectos pequeños y atacan cualquier estadío de presa que sea lo suficiente pequeño. Se encuentran más frecuentemente entre colonias de áfidos pero también pueden consumir ácaros, escamas, cochinillas, moscas blancas, pequeñas orugas y pequeñas larvas de escarabajos así como cualquier tipo de huevecillo de insectos.


Crisopas
Tanto las crisopas verdes como las cafés  y los bellos adultos con alas que parecen encaje son fácilmente reconocibles. Al igual que las mariquitas, las crisopas usualmente se encuentran asociadas con colonias de áfidos. Sin embargo, en contraste con las mariquitas, los adultos muchas veces no se alimentan de insectos, siendo solamente la larva, la que es el estadío benéfico. Las grandes piezas bucales en forma de guadaña, que son aparentes cuando estan en estado larvario, son muy eficientes para adherirse a su presa y drenarle fluídos corporales. Los huevecillos de las crisopas son depositados en largos tallos y distribuidos en grupos. Las crisopas se alimentan de huevecillos de insectos, escamas, cochinillas, acáros así como de áfidos.


Sírfidos
Los sírfidos son insectos de color amarillo y negro que se parecen a abejas mielíferas. Como el nombre en inglés sugiere, usualmente se encuentran sobrevolando cerca o alimentándose de flores. Sin embargo las larvas son voraces depredadores y son especialmente atraídas a áfidos . Las larvas tienen apariencia de gusano con un cuerpo grueso que se estrecha a una cabeza puntiaguda. Pueden ser amarillentas, rojizas o verduzcas.






Mosquita depredadora/cecidomíido
Las larvas de las mosquitas depredadores se parecen a los sírfidos y usualmente pasan por alto porque son muy pequeñas. Muchas personas, si observan las larvas, piensan que son sírfidos muy jóvenes. Comúnmente se encuentran entre las colonias de áfidos pero también se alimentan de moscas blancas, escamas, trips y ácaros. Sin embargo los adultos son completamente diferentes. El adulto de las mosquitas, que casi nunca se observa porque es activo sólo en la noche, es pequeño, pálido y tiene patas delgadas y largas; no se puede confundir con un sírfido adulto!





Antocóridos
Estos insectos muy pequeños son fácilmente pasados por alto pero su importancia como insecto benéfico no puede ser sobrestimada. Al igual que los geocóridos se alimentan vorazmente utilizando su aparato bucal punzante chupador para drenar fluidos de insectos como psocidos, saltahojas, áfidos, thrips y ácaros. Los adultos son blanco plateado y negro. Ocurren por todos lados incluyendo entre cultivos.



Antocórido adulto.





 
Hormigas
Muchas personas usualmente se sorprenden de saber que algunas hormigas son depredadores importantes. Aún las hormigas coloradas o también llamadas hormigas bravas pueden ser útiles para reducir el número de insectos plaga. Agricultores que tienen problemas con hormigas coloradas muy raras veces tienen también problemas con orugas o cualquier otro insecto plaga de cuerpo blando! Las hormigas sin embargo no son del todo benéficas, y además de su tendencia de morder o picar, las hormigas también protegen de depredadores y parasitismo a insectos que producen excreciones azucaradas tales como escamas y áfidos. Así que las hormigas son una bendición a medias dependiendo de qué tipo de planta o plaga están presentes.
Hormiga colorada importada, una especie de hormiga depredadora común.

Avispas parasíticas
La mayoría de avispas parasíticas son pequeñas e inconspicuas, sin embargo ellas parasitan a huevecillos de insectos que son aún más pequeños, casi microscópicos en tamaño. Por lo tanto, agricultores y jardineros por lo regular ignoran el hecho que parasitoides están ayudando a controlar sus plagas. Algunas veces estas avispas pueden ser vistas caminando rápidamente sobre la superficie de la hoja de una planta golpeando sus antenas en busca del "olor" de un hospedero. Las avispas parasíticas depositan sus huevecillos en el insecto huesped, usualmente en el huesped que se encuentra en estado de huevo o de larva. El parásito joven se desarrolla dentro o en el huesped  eventualmente matándolo. La evidencia más común de parasitismo es usualmente una oruga moribunda de la cual están saliendo larvas de parasitoide, o una oruga muerta en la cual el cuelga un cocón. Las avispas parasíticas son importantes enemigos naturales de orugas, gusanos, mosca blanca y áfidos.

Una avispa parasítica depositando su huevecillos dentro de una oruga.

Moscas parasíticas
Varios tipos de moscas parasíticas atacan a plagas. Muchas depositan sus huevos en la superficie de la plaga; cuando la larva emerge ésta cava dentro de la plaga y eventualmente la mata. Otras depositan sus larvas dentro del huesped, con el mismo resultado. Sin embargo, las moscas parasíticas carecen de una estructura larga para depositar huevos que es común en muchas avispas.




Adulto de una mosca parasítica.




 Acaros depredadores

A pesar de que algunos ácaros son conocidos como plagas serias de plantas, muchos ácaros son benéficos. Dentro de los ácaros benéficos, los fitoseídos son especialmente importantes debido a que son depredadores de ácaros que se alimentan de plantas, así como de otros organismos tales como trips o huevecillos de insectos. Los ácaros depredadores tienden a ser más grandes que otros ácaros, tener patas más alargadas y se mueven más activamente en busca de una presa.

Insectos descomponedores

Los organismos vivos en el ecosistema se dividen en productores, consumidores y descomponedores. Los productores son el primer nivel de los organismos en el ecosistema. Ellos convierten la luz solar en energía a través del proceso de la fotosíntesis. Los consumidores son el segundo nivel de los organismos, y que dependen de la energía de los productores para sobrevivir. Los descomponedores son los organismos que limpian después de los productores y consumidores. Obtienen su propia energía al descomponer los restos que los productores y consumidores dejaron.
 Estos organismos se denominan detritívoros o saprobios, consumen materia muerta, tales como cadáveres, residuos o excrementos. Parte de esa materia la descomponen y mineralizan para ser convertida en humus. Según el origen y estado de la materia se distinguen en carroñeros o necrófagos, saprófagos y coprófagos:
Carroñeros o necrófagos: Son animales que se alimentan de cadáveres frescos,  por ejemplo de lo buitres, chacales, hienas o larvas de insectos.
Saprófagos: Son consumidores que se alimentan de cadáveres o restos descompuestos, ejemplo, las lombrices de tierra o los escarabajos.
Coprófagos: Son consumidores que se alimentan de los excrementos de otros animales, por  ejemplo los escarabajos peloteros.
Gracias a este tipo de fauna los nutrientes que formaban parte de la materia orgánica pasan a ser materia inorgánica mineralizada que es devuelta nuevamente al suelo, aumentando la fertilidad de éste para mantener a la flora y cerrando un ciclo de nutrientes que es reutilizado por el ecosistema y en el cual prima la eficiencia y el reciclado de la energía.
Existen muchos tipos de insectos que descomponen la materia muerta. Incluyen géneros de insectos como acari, diptera, trichoceridae, aranea, calliphoridae, silphidae y histeridae. Los insectos que caen dentro de estos grupos incluyen arañas, ácaros y piojos de invierno. Las larvas de mosquitos de invierno se alimentan de materia en descomposición. Otros insectos descomponedores en estos grupos incluyen moscardones, moscas domésticas comunes, moscas de la fruta y escarabajos. Estos insectos juegan diferentes papeles en el proceso de descomposición. Algunos de ellos aparecen en diferentes puntos a lo largo del proceso. Por ejemplo, los moscardones aparecen al principio de la descomposición de la materia animal y vegetal. Ponen sus huevos en el interior de la materia en descomposición, y estos se convierten en larvas y contribuyen con su parte al proceso.

LA POLINIZACIÓN


LA POLINIZACIÓN Y LOS INSECTOS.

Hace millones de años que las plantas con flores dominan la tierra y desde entonces se inició uno de los fenómenos de coevolución más sorprendentes. Progresivamente, las flores usaron sus formas, sus colores, sus fragancias y también su oferta de polen y néctar para captar, cada vez con mayor eficacia, la atención de ciertos insectos. Estos obtenían su ración de alimento y se impregnaban de los granos de polen de la flor visitada y, de forma involuntaria, lo iban depositando en otra flor, bien de la misma planta o de otra de la misma especie. Los insectos, con sus movimientos, aumentaban la probabilidad de que los granos de polen alcanzaran el estigma de la flor y provocaran su fecundación, necesaria para producir las semillas. 

El transporte del polen, desde las anteras de una flor hasta el estigma de otra distinta, ejercido por ciertos insectos, se denomina polinización cruzada. Las plantas con flores que se especializaron en este tipo de fecundación, coevolucionaron con los insectos polinizadores en una forma de relación mutualista. Los insectos desarrollaron mecanismos más eficaces para recoger el néctar y el polen, mientras que al mismo tiempo mejoraba la producción de semillas y la difusión de las plantas que polinizaban.

Las plantas hacen surgir de sus flores determinadas fragancias para atraer a determinados insectos. También han generado mecanismos para hacer coincidir la floración y la vida activa de los insectos. Han modelado la forma de las flores para facilitar el acceso de los insectos a los nectarios. También los colores, sobre todo en los pétalos, son centro de atracción y, a veces, ofrecen señales para que los insectos localicen rápidamente los nectarios. La evolución, en este sentido, ha permitido que se llegue a casos sorprendentes donde la flor imita la forma del insecto, o donde imita el olor de las feromonas de su polinizador específico. Las relaciones entre los insectos y las plantas que polinizan han alcanzado, en ciertos casos, un alto grado de especialización que a la vez implica una dependencia extrema: Si desaparece el insecto, la planta no es polinizada, no produce semillas y también desaparece.

Se han generado también estrategias para favorecer la polinización cruzada. El hecho de que el polen de una flor de una planta, polinize la flor de otra planta diferente, aumenta la diversidad genética de la especie y es vital para su supervivencia. La polinización cruzada produce semillas más vigorosas y frutos de mejor calidad. 

Los insectos polinizadores han seguido cumpliendo su función vital para los ecosistemas, pero desde la aparición de la agricultura, ésta tiene una nueva dimensión. La polinización entomòfila de las plantas cultivadas por el hombre permite la obtención de semillas y aumenta la calidad y cantidad de los frutos. Por ser esta función necesaria e insustituible en la mayoría de los casos, es conveniente protegerla. Proteger a los insectos polinizadores, entre los cuales el más emblemático es la abeja melífera, es sinónimo de proteger el medio natural y garantiza la viabilidad de muchos de los recursos agrarios y ganaderos.





 LOS INSECTOS POLINIZADORES

Sólo los insectos relacionados con las flores o antófilos pueden ejercer la función polinizadora. Podemos encontrar miembros dentro de los grupos de los Coleópteros, Lepidópteros, Dípteros y Himenópteros. Aunque puede haber más insectos que visiten accidentalmente las flores, sólo los que pertenecen a los grupos mencionados pueden ser denominados polinizadores, ya que su biología les impone una especial eficacia en el cumplimiento de esta función.

Los Coleópteros, comúnmente conocidos como escarabajos, son los insectos con hábitos florícolas más primitivos, pero a pesar de esto no han desarrollado adaptaciones especiales. Hay muchos grupos que viven asociados a las flores, alimentándose de polen, néctar o de partes de la flor. Como polinizadores no son los más eficaces, porque además de destruir las flores, tienen la costumbre de permanecer mucho tiempo en la misma flor.

Entre los Lepidópteros o mariposas, la mayoría de las diurnas visitan con frecuencia las flores y se alimentan de néctar. Son más activos que los coleópteros, pero su vida tan efímera y el que no entren en contacto íntimo con la flor, les resta eficacia en la función polinizadora.

Los Dípteros, más conocidos como moscas, son más importantes que los anteriores como polinizadores. Los grupos de moscas de costumbres florícolas más relevantes son los bombílidos, los conópidos y, sobre todo, los sírfidos o moscas de las flores. Son muy móviles, capaces de realizar movimientos precisos y normalmente necesitan acercarse bastante a la flor para libar su néctar. Es muy probable que durante su visita entren en contacto con las anteras y el estigma, los dos puntos de la flor que los insectos polinizadores deben tocar para cumplir su función.

Los Himenópteros agrupan a las abejas y avispas. Es el grupo más importante de insectos polinizadores y los que muestran adaptaciones claras a su vida dependiente de las flores. Son los que mejor aprovechan los recursos ofertados por las flores: El polen como fuente básica de principios inmediatos y el néctar como combustible metabólico. Su especialización y en general su comportamiento al manipular las flores, los convierte en polinizadores muy eficaces. Tienen dos cualidades primordiales para conseguir el éxito en esta función: Visitan muchas flores por unidad de tiempo y muestran una gran fidelidad a la especie de planta a la que se dirigen en cada vuelo. Dentro de los himenópteros, hay casos de adaptación extrema a la planta que visitan de forma exclusiva y que optimiza su polinización, hasta el punto de convertirse en una relación simbiótica.

En las zonas de clima templado se ha estimado que el 70-95% de los insectos polinizadores son himnópteros. Cabe mencionar a las abejas solitarias, los abejorros y sobre todo a la abeja de la miel. Esta es, hoy en día, la más abundante y su porcentaje puede llegar al 60-95% de todos los polinizadores. Las colonias de la abeja melífera se encuentran, en la actualidad, casi exclusivamente en las colmenas que mantienen los apicultores, por lo tanto, la abundancia de este importante polinizador va ligada a la cabaña apícola existente en cada zona.


Problemática actual de los insectos polinizadores


Los insectos polinizadores han ejercido siempre su labor silenciosa pero eficiente. No han distinguido entre la flora natural o los cultivos introducidos por el hombre, han prodigado su función benefactora en ambos casos. Pero la situación parece haber cambiado. Tanto los problemas crónicos de producción de determinados cultivos, com la apreciación de algunos entomólogos y de ciertos estudios que valoran la función de los polinizadores, ponen de manifiesto la disminución progresiva de estos insectos. La presión humana, bien en forma de destrucción de hábitats o con la aplicación de insecticidas de uso agrícola, ha provocado durante las últimas décadas la desaparición de muchos de estos polinizadores. En ciertos casos, el déficit es tan grave, que la función de polinizar es casi exclusivamente asumida por las abejas melíferas u otros himenópteros introducidos por el hombre.

Uso de plaguicidas en la agricultura.
La evaluación del impacto de los productos fitosanitarios sobre los polinizadores se ha abordado casi siempre de forma indirecta. Es una excepción el caso de las abejas melíferas, sobre las que sí que se ha experimentado y que, además, han sido víctimas de graves intoxicaciones y mortalidad de gran número de colonias durante las últimas décadas. La experimentación con las abejas de miel ha servido para hacer una clasificación de los plaguicidas según su toxicidad sobre éstas. También se ha obtenido información sobre el efecto de los agroquímicos sobre los insectos que se utilizan en el control biológico de plagas. Si tenemos en cuenta que tanto las abejas como el resto de insectos útiles han sufrido los efectos negativos de los tratamientos fitosanitarios, y que si perviven es por la intervención del hombre, podemos concluir que las poblaciones de polinizadores autóctonos, abejas solitarias, moscas de las flores, mariposas y otros, a los que no se dedica especial atención, han sido muy afectadas también en las zonas de agricultura intensiva durante las últimas décadas. Pueden pasar varios años para que se recupere por sí misma la población de alguno de estos polinizadores, después de ser afectada por un tratamiento fitosanitario.
 Transformaciones de tierras.
Las incesantes transformaciones de terrenos forestales en agrícolas y la urbanización intensiva, provocan la destrucción continua de los hábitats naturales de los polinizadores. Muchos de ellos anidan en el suelo, bien para reproducirse o para hibernar, y todas las operaciones que implican el movimiento del suelo eliminan inevitablemente una gran cantidad de individuos. Por otra parte, si se reducen las zonas con flora autóctona, también lo hacen las fuentes de polen y néctar, que son las base de la dieta de la mayoría de los polinizadores.
 Otros factores.
Hay otros factores que también interfieren con los insectos polinizadores, pero sólo cuando se dan ciertas circunstancias o épocas. Los incendios, la sequía prolongada, la pérdida de suelo a causa de las lluvias torrenciales, son ejemplos de fenómenos que, aunque poseen su faceta natural contra la que los organismos han desarrollado mecanismos de adaptación, también es cierto que se han acentuado en los últimos tiempos y han acelerado el proceso de desertización de nuestras tierras. Precisamente el trabajo de los polinizadores juega a favor de la correcta producción de semillas y la regeneración de la cubierta vegetal, premisas esenciales para frenar la espiral de la desertización.